by MAR BAYONA
La tía Paca murió hace una semana. Sola. Como siempre había vivido. Era la hermana pequeña de mi abuelo Emilio, pero nunca quería saber demasiado de la familia. Cuando yo era pequeña, mi madre nos llevaba a su casa siempre que llegábamos al pueblo a pasar las vacaciones. Era la primera parada, incluso antes de instalarnos, la visita de rigor, esa que se hace porque la familia espera que la hagas, siempre pensando en el qué dirán, en el que no hablen. Siempre pensando más en los demás que en nosotros mismos. Cosas de pueblo.
En esas visitas, la tía Paca nos recibía sentada en el viejo sofá marrón de escai de una plaza que tenía al lado de la pequeña chimenea que caldeaba el salón en invierno. Por suerte, nosotros íbamos en verano y las ventanas estaban abiertas, supongo que para ventilar la…
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Mar Bayona | Escritora | Aroma de Letras 
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