Reflexiones (diciembre) III
Si tuviera que valorar lo que este 2021 ha significado para mí con una sola palabra, sería LETRAS. Letras escritas, letras leídas y letras aprendidas.
Porque este año ha significado el comienzo de una historia que jamás creí vivir, la de escribir. Y aquí aparece la primera parte de mis letras: las escritas. Porque he escrito, y mucho. Historias cortas, otras más largas y una novela entera que ahora guardo con mimo en un cajón para que, en breve, pueda ver la luz. Porque ella se ha convertido en un sueño que no sabía que tenía y al que me ha conducido el hecho de creer en mí y en la historia que quería explicarte.
Estas letras han sido de muchos colores: amarillas de ilusión, grises de temor y rosas de amor y emoción, impregnadas del verde de la esperanza y el azul intenso del mar que vive en ellas. Supongo que podrás entender todos estos colores cuando la puedas leer… Ojalá.
Por supuesto, ha sido un año de letras leídas. De descubrir a otras escritoras que también han luchado por su sueño, que han trabajado por hacer realidad su historia traducida en páginas que se convierten en lienzos de emociones y sentimientos. Porque todas merecen ser leídas, así que las escritoras autopublicadas, también, por supuesto. Y brindo por ellas, por su valentía, por su coraje, por su tenacidad y por el esfuerzo reflejado en cada una de sus palabras. Aunque, en general, se me eriza la piel al pensar en cada escritora que ha visto publicado su primer libro durante este año. Bravo por ellas. Bravas todas ellas.
Y la última parte de las letras que me han alcanzado este 2021 han sido las aprendidas. Soy de las que pienso que las cosas o se hacen bien o no se hacen. Y si quiero que tú leas mi novela, debes encontrarte con la mejor historia que te podía explicar y de la mejor manera posible, ese ha sido mi principal objetivo este año: formarme, aprender, crecer y mejorar en mis letras para que tengan la calidad suficiente para que te enamoren. Porque la historia que quiero explicarte te enamorará, estoy segura, pero mi objetivo es que te derritas con cada emoción, con los sentimientos, que te pierdas en los paisajes, que puedas sentir los latidos de Elena, mi protagonista, y entender todas sus decisiones. Así que me he formado y me he esforzado, te lo aseguro, por crear una historia que valga la pena que tengas entre manos.
Creo que este es un buen resumen de lo que este 2021 me ha dejado: un largo proceso de creación que, espero y deseo, vea la luz el próximo año.
Te dejo los enlaces a mis reflexiones anteriores:
Deja una respuesta