Comenzar el año es descubrir que tienes por delante un nuevo y largo camino que recorrer. El mío comienza con deseos que quiero que se cumplan, deseos que parten de mí con el propósito de poner toda la intención para convertirlos en realidad. No quiero depender de nadie, ni tan solo de sueños imposibles… ¿Me acompañas en este nuevo camino?
Quiero fuegos artificiales, luces de colores y mil estrellas que iluminen el cielo (y que las pueda ver aunque esté en la ciudad).
Quiero el olor del pan recién hecho, caminar descalza sobre la hierba y descubrir un tesoro en una cueva marina.
Quiero muchos bolígrafos, de todos los colores que existan, y centenares de libretas en las que volcarme. Quiero risas infinitas y sonrisas traviesas.
Quiero miradas que me ericen la piel de puro placer y abrazos interminables que me resguarden del frío en invierno.
Quiero tardes de sofá y peli contigo, y también palomitas.
Quiero un amanecer en la playa y un atardecer en lo más alto de una montaña.
Quiero tus besos, tus caricias y la corriente que recorre todo mi cuerpo al sentirlas.
Quiero un nórdico para esconderme de los miedos y una fina sábana de algodón que acabe en el suelo si lo deseas. Te quiero a ti conmigo.
Quiero sentirte, emocionarme y lamerte. Quiero que me mires de reojo intentando descubrir en qué pienso.
Quiero más sí que no, más luces que sombras. Quiero seguir inventando formas a las nubes y que en mis plantas nazcan flores, o que no mueran ahogadas (me conformo con eso).
Quiero verte siempre a mi lado, con tus canas y mis arrugas, con tus tonterías y mis ñoñerías. Quiero agarrar tu mano y sentir que vuelo.
Quiero que el cielo siempre sea azul y las lágrimas sean de alegría.
Quiero libros eternos y música que me lleve al paraíso.
Quiero mensajes alegres que me hagan sonreír y pensar que en este mundo todo puede ser mejor.
Quiero volver a caminar por la calle con alegría al ver el rostro de las personas que se cruzan a mi paso.
Quiero que los niños jueguen siempre y que los adultos no perdamos nunca la inocencia.
Quiero soñar con los ojos abiertos y cumplir todos los sueños, ser valiente y que los esfuerzos valgan la pena.
Quiero soplar muchas velas de cumpleaños y apagar la luz para encontrarte con mis dedos. Quiero sentir.
Quiero vivir cada día como si fuera el primero o el último o el que me queda por descubrir.
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